NOS QUEDAMOS EN CASA. NUESTRA PROPUESTA DE CADA DÍA: JUEGOS DE EXPRESIÓN Y PRODUCCIÓN ARTÍSTICA
Están orientados a potenciar la iniciativa, la curiosidad, la espontaneidad, la imaginación y la creatividad mediante situaciones lúdicas que propicien la expresión de diferentes formas. Los niños combinan sensaciones, colores, formas, usan metáforas e improvisan movimientos desarrollando su capacidad lúdico imaginativa y creativa. Algunos ejemplos:
NOS QUEDAMOS EN CASA. NUESTRA PROPUESTA DE CADA DÍA: LA TECNOLOGÍA Y LOS NIÑOS
Por estos días, la mayoría de niños de aburren, se fastidian y no se les ocurre qué hacer, entonces los dispositivos electrónicos están allí listos para hacerles compañía. Se abrió un mundo virtual al que los adultos tenemos menos acceso que los niños, por desinterés o por ignorancia. En lugar de prohibir o utilizar amenazas, vale la pena permitirse ese espacio junto a ellos.
El mejor antídoto contra el aburrimiento y el hastío son las propuestas para descubrir todo un abanico de expresiones intelectuales, deportivas, artísticas que pueden aproximarse a la realidad de los más pequeños. Luego, si los niños están lo suficientemente estimulados, serán creativos, divertidos e imaginativos y sabrán usar la tecnología disponible a favor de sus intereses, en lugar de ser engullidos por una tecnología vacía de sentido.
TIPS.
ADOLESCENTES EN CASA. PACIENCIA Y EMPATÍA
Esta cuarentena implica a toda la familia, en muchos casos hay niñ@s pequeñ@s pero también están las conformadas con hij@s adolescentes. Por eso desde Crianzas Espacio Terapéutico queremos aconsejarte como transitar este momento tan particular con los adolescentes. La primera herramienta que vamos a necesitar es la paciencia y aunque es muy fácil de perderla te damos cierta tranquilidad porque siempre se puede ejercitar. 😊 Debemos lidiar con el mal humor que le genera no poder salir como y cuando a ellos le gustaría y en otras ocasiones no tenemos que estallar cuando los vemos pegados a la pantalla. Aquí aparece otra herramienta que para los padres resulta a veces difícil de manejar, la flexibilidad. ¿Hasta dónde permitimos sin ser permisivos y hasta donde ponemos el límite sin ser prohibitivos? Un debate eterno en el camino de la maternidad/paternidad 😬Para mantener el equilibrio no hay que perder el objetivo e informar de manera concreta porque estamos todos atravesando por esta cuarentena.
Debemos brindarles información sobre que significa el Coronavirus, sin angustiar ni alarmar, enfatizando la importancia de la prevención y que este es momento de cuidarnos entre todos.
A veces lidiar con adolescentes no es una tarea sencilla, menos con el panorama que se presenta por estos días adonde tanto nuestra rutina como la de ellos se ven afectadas. Nuestros hijos además de no tener clases, deben pasar la mayor parte del tiempo en casa, sin poder compartir tiempo con sus amigos, ir al club para hacer deportes o realizar actividades sociales.
El importante poder empatizar con ellos, decirles que entendemos como se sienten, ya que todos en la familia debimos cambiar nuestras costumbres y hábitos. Desde este lugar será más sencillo establecer límites, invitarlo a compartir momentos familiares y respetar sus momentos frente a la tecnología que tal vez sea ahora la forma de conectarse con sus amigos.
Nadie está preparado para atravesar esta situación de incertidumbre y de restricciones, por lo que si ya es complicado para nosotros poder asimilar de golpe tantos cambios de hábitos, no podemos esperar que para ellos sea fácil. Siempre hay que recordar que nosotros los adultos somos sus referentes.
Los adolescentes tienen que estar consciente del motivo de las restricciones y tienen que poder ser responsables ante esta situación y entender que entre todos estamos contribuyendo para el bienestar general.
PREMATUREZ EN PRIMERA PERSONA
Hoy se inicia la Semana del Niño Prematuro, cuyo objetivo es hacer cumplir los derechos de los bebés prematuros. Por eso me pareció un buen momento para contar una historia que no es una historia cualquiera, es nuestra historia, con la autorización de los otros protagonistas, mi hija y mi marido❤.
Hace 21 años y un par de meses, mi embarazo transcurría con algunas dificultades, hacia el quinto mes mi obstetra, mi Ángel guardián 😇, me dijo que podía existir la posibilidad que la beba nazca antes por eso iba a ser necesario empezar con el tratamiento para madurar los pulmones y bajar los riesgos. El parto adelantado creo que todavía no era una posibilidad para mí, me había prometido llegar hasta al final. Las cosas no continuaron muy bien.
Llego la semana 32, un jueves de setiembre sabía que las cosas no estaban bien, mi cuerpo me daba señales, con la noche y la llovizna aumentaron las dificultades por lo que mi obstetra nos recomendó ir a la guardia, porque él en ese momento estaba atendiendo en otro lugar. Después que me recibió el médico de guardia, éste llamó a mí médico, quien luego pidió hablar conmigo.
"Te acordás que hablamos que Luchi (sobrenombre que le puso a mi hija desde que supimos que era nena) iba a estar mejor fuera de la panza que adentro, bueno llego ese momento". Fueron las palabras más duras con el tono más dulce que alguien podía tener. ¿En qué otro lugar iba a estar mejor que en mi panza?
Si no cumplió los 9 meses ¿cómo iba a estar mejor afuera? No hubo mucho más tiempo para preguntas porque enseguida fueron estudios, análisis, ecografías y la cesárea. Apenas la pude ver. "Mostrásela a la mamá antes de llevarla" fue el pedido de mi Ángel de la guarda a la neonatologa. Pero yo había soñado con que me apoyaran a mi hija sobre mi pecho y darle un beso.... ¿Qué estará mal? No hubo mucho más tiempo para las preguntas, comenzaron con la cirugía.
Ella en neo y yo despertando en terapia intensiva, apareció nuestro Superhéroe, con capa de valor y un traje de amor. Recién convertido en papá y con la preocupación por mi salud. Subía y bajaba para poder saber de ambas. El me contó como era ella, que estaba bien, algo anémica y que había pesado 1800 grs. Me decía que pronto íbamos a estar los tres juntos. A las 24 hs yo ya estaba en la habitación, Súper papá había conseguido una cámara y filmó su primera visita a neo. Así la conocí, lloraba celebrando que estaba bien, lloraba de impotencia y dolor por no tenerla en mis brazos. Pasaron dos días hasta que me permitieron bajar a verla, y pasaron dos más hasta que pude entrar a neo y por fin tenerla en mis brazos, besarla, tocarla, mimarla. Fue el momento más bello más importante.... Pero solo duró media hora. Y ahí comenzó la nueva etapa, vivir las nuevas sensaciones, las nuevas emociones, neonatología era un mundo desconocido y contradictorio porque cuidaba a nuestra hija y pero a su vez entre máquinas y cables era difícil sentir a ese lugar amigable.
El peso era una preocupación diaria, aparecían nuevos términos médicos, estudios, mientras nos dábamos cuenta que la ropita que habíamos preparado le quedaba enorme, los pañales gigantes y el chupete era más grande que sus cachetes. Cada día era un día ganado, nos encontrábamos con mamás y papás que esperaban igual que nosotros, nos dábamos ánimo mutuamente, si la visita se postergaba una hora más tarde el corazón se nos detenía y enseguida aparecía el "que no sea nada" ni de nuestra bebé y de ningún bebé que estaba allí. Todos éramos padres de todos esos bebés y todos esos bebés eran nuestros hijos. Volver a casa a la noche era doloroso, aparecían la angustia, la culpa y las preguntas. El día traía esperanza y ansiedad por el reencuentro.
A los 20 días llegaron las palabras mágicas: "Si mañana sigue igual se van a casa". Ese día creo que duró 200 horas, la noche otras tantas. Llegamos a neo, previo a dejar su moisés preparado por las dudas. ¡Y si! Con apenas dos kilogramos nos fuimos los tres a casa👨👩👧. Con una lista de recomendaciones, con muchas incertidumbres, con algo de angustia pero con mucha felicidad.
Verla crecer cada día, asustarnos si algo no estaba dentro de lo esperado se volvió cotidiano durante los tres primeros meses. Y así siguió creciendo, los cuidados extremos al principio fueron perdiendo rigurosidad, nos relajamos y disfrutamos de verla crecer.Neo es parte de nuestra historia, haber tenido una beba prematura también, parte de una historia que costó sanar pero no fue imposible. Hoy esa beba tiene 21 años, una vida plena, está en tercer año de la facultad.
Perdón no me presenté mi nombre es Verónica, soy mamá y psicóloga. Ella se llama Lucía 💕